Al cumplirse un año desde su lanzamiento, el Plan Nacional de Descarbonización empezó a ejecutar el 82% de las acciones que se plantearon en su etapa inicial, lo cual implica que el 79% de las metas propuestas al 2022 ya dieron inicio.
Así lo dio a conocer la Dirección de Cambio Climático (DCC), del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), en el informe titulado Avances 2019 en el Plan Nacional de Descarbonización, el cual recabó información de 35 organizaciones, entre entidades públicas, empresas privadas y cooperación internacional.
Las metas para el año 2022 responden a diez ejes temáticos, a saber: transporte público, transporte privado, transporte de carga, sistema eléctrico, edificaciones sostenibles, industria, manejo de residuos, sistemas agroalimentarios o agricultura, ganadería y soluciones basadas en naturaleza.
Eso sí, en algunos ejes se avanzó más rápido que en otros. Ganadería, por ejemplo, está implementando el 100% de las acciones distribuidas en siete metas. En cambio, transporte de carga es uno de los que más lento camina; se pusieron en marcha el 42,8% de las acciones. De hecho, en este eje se plantearon cuatro metas y apenas se logró iniciar una.
“Es un sector muy complejo. Tiene una organización muy dispersa; si bien tienen una cámara, casi todos son microempresarios donde el dueño del camión es también quien lo conduce. Usan tecnología muy vieja y a eso se suma que tenemos un contexto de reglas centroamericanas, lo que implica que hay que trabajar algunas cosas a escala regional para que no tengamos impactos negativos en competitividad y comercio”, explicó Andrea Meza, directora de la Dirección de Cambio Climático.
Asimismo, Meza agregó: “Lo otro es que uno de los proyectos estrella de la descarbonización a ellos no les gusta: el tren de carga”.
Aún así, en este primer año, el sector privado echó a andar un proyecto piloto en logística que ha permitido reducir las emisiones de carbono en tres empresas: CEMEX, FIFCO y Coca Cola FEMSA.
Desde diciembre del 2018 hasta la fecha, las empresas compartieron 458 viajes a Puntarenas (73) y Nicoya (385). Gracias a ello, se compensaron 238,1 toneladas de dióxido de carbono (CO₂). Asimismo, se logró reducir el tránsito promedio diario de vehículos pesados en dos de las principales rutas: General Cañas (ruta 1) y Caldera (ruta 27).
“Comenzamos como un piloto hace un año, pero el resultado ha sido tan bueno que otras empresas se han sumado a esta iniciativa ambiental. Estas alianzas entre empresas privadas son de suma importancia y claves para conseguir los objetivos que tiene el país para buscar la descarbonización”, dijo Christtina Solano, gerente de Comunicación y Asuntos Públicos de CEMEX.
Cada eje es distinto
El avance rápido o lento en las metas, a partir de la ejecución de las acciones, se debe a que cada eje tiene sus particularidades –no todos los retos son iguales en cantidad de emisiones a reducir, capacidad instalada e inversión– y en algunos de ellos ya se venía trabajando desde antes, lo cual favoreció los resultados.
“Cuando construimos el plan no empezamos de cero, lo que intentamos fue reflejar y recoger procesos anteriores para fortalecerlos. Creo que eso es vital entenderlo en esa línea y, de hecho, las negociaciones con los diversos sectores pasaron por ahí, en definir cuáles eran las prioridades y cómo íbamos a seguir trabajando”, manifestó Meza.
En este sentido, Costa Rica se adelantó en la transición energética. Mientras otras naciones tratan de alcanzar un 40% de su generación eléctrica a partir de fuentes renovables, el país alcanzó el 99,15% en 2019.
Si bien en este primer año se pusieron en práctica el 100% de las acciones, el eje de electricidad renovable empezó a trabajar en seis de las siete metas propuestas. ¿En dónde está el reto? Para Meza, en lograr tarifas eléctricas competitivas.
“Cómo opera el modelo de negocio en el sector eléctrico es una conversación que hay que tener. Los diálogos energéticos que se planean pueden constituir un espacio para tener esa conversación. Esto tiene que trascender la historia de si privatizar o no privatizar, esto es simplemente un tema de que está cambiando el modelo de negocio. La descentralización viene y nadie la va a detener”, destacó la directora de la DCC.
De hecho, el tema tarifario está impactando el inicio de acciones en el eje correspondiente a industria, el cual logró poner en práctica el 66% de estas. De cinco metas, inició labores en dos.
La particularidad que enfrenta este eje es que depende de cuánto caminen otros dos. “En industria el reto está en cómo hacemos para viabilizar economía circular, que hay un potencial enorme, y el acceso a tarifas eléctricas competitivas. Hay una cuestión muy económica en este eje que hay que terminar de aterrizar”, señaló Meza.
En el otro eje donde se presentan acciones tempranas de descarbonización es en soluciones basadas en naturaleza, ya que el país cuenta con una cobertura forestal que alcanza el 52,38% del territorio nacional.
Si bien se pusieron en marcha el 100% de acciones, estas dieron inicio a cinco de seis metas propuestas. “En este eje tenemos dos retos: el primero es hacer una mejor gestión en ecosistemas altos en carbono como lo son manglares y turberas. En cambio climático no solo existe el bosque, también tenemos otros ecosistemas que requieren visibilización. El segundo reto está en los ecosistemas urbanos”, recalcó Meza.
Crear condiciones
“En 2019, se comenzaron a sentar las bases normativas para la descarbonización. En este primer año, se prepararon o publicaron planes, decretos, normas técnicas y reglamentos que contribuyen al establecimiento de condiciones habilitantes para la descarbonización”, se lee en el informe.
A ese esfuerzo en normativa se suma el avance en otras estrategias que son transversales al plan. Por ejemplo, en este primer año se inició un análisis de costo-beneficio de la descarbonización. También se está trabajando en un análisis de impacto fiscal.
“Hace poco tuvimos una reunión para ver cómo atraer inversión extranjera alineada al Plan de Descarbonización. Como la marca país y toda la apuesta de diferenciación promovida por Procomer ahora no es solo recurso humano altamente capacitado –porque eso también lo ofrece Colombia o Panamá–, sino otro valor que sin duda nos diferencia es esa marca verde y ese es un elemento crítico que da valor agregado al posicionamiento país, pero tiene que ser muy coherente”, comentó la directora de la DCC.
Esa labor en normativa y estrategias transversales brindó seguridad jurídica a los diferentes actores y esto favoreció el trabajo colaborativo, principalmente entre los sectores público y privado. “El sector privado toma un liderazgo clave en la descarbonización, con el despliegue de acciones en reducción de emisiones y proyectos piloto”, se detalla en el informe.
Los otros grandes protagonistas este año fueron los gobiernos locales. Un total de 16 municipalidades están actualmente midiendo los gases de efecto invernadero en sus territorios, esto debido a que se matricularon en el Programa País de Carbono Neutralidad 2.0 categoría cantonal.
Una vez conozcan las particularidades de sus emisiones, estas municipalidades podrán diseñar y ejecutar acciones de reducción, como ya lo están haciendo los pioneros siete gobiernos locales que se sumaron al Programa País en el 2018.