Por Otto Salas Murillo - Periodista de la Oficina de Divulgación e Información de la UCR
La Escuela de Ingeniería Agrícola (EIA) ha realizado durante este año 2015 una serie de talleres en sedes universitarias y en otros espacios académicos de la Universidad de Costa Rica (UCR), en los que se ha abordado el tema del cambio climático, sus implicaciones para el país y cómo se puede aportar desde lo individual y en conjunto para mitigar o lograr adaptarnos a sus efectos.
Fuertes inviernos e inundaciones en zonas específicas como en el caribe costarricense y por el contrario largas sequías en otras áreas del país como en Guanacaste, así vivimos la variabilidad climática en Costa Rica y antes de decir que el clima se ha vuelto loco, mejor pensemos en las consecuencias de las acciones de la humanidad que han hecho que el clima tenga estos cambios tan severos.
Por eso la EIA, acorde a su esfuerzo por investigar y divulgar información al respecto, organizó para el viernes 23 de octubre el último de los talleres pertenecientes al proyecto de Extensión Docente denominado: Promoviendo la adaptación al cambio climático en y desde la UCR.
Esta actividad se llevó a cabo en la Finca Experimental Alfredo Volio de la UCR que se ubica en Ochomogo, Cartago; allí se reunieron representantes de entidades gubernamentales y privadas, así como académicos.
Y es que son los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso emitidos por actividades humanas como la agricultura o el transporte vehicular, los que no permiten que los rayos solares salgan de la atmosfera y provoquen la subida en la temperatura del planeta.
“En el 2014 el Gobierno Federal de EEUU publicó el primer documento, apoyado por varias agencias, en el que reconocen que hay variaciones que se deben al cambio climático. Este año se ha continuado corroborándose que el cambio climático es una realidad que crece continuamente y, aunque todavía existen sectores recalcitrantes que lo quieren negar, lo cierto es que debemos hacer algo al respecto”, aseveró el Dr. Ricardo Radulovich Ramírez, director de la EIA.
Cuidemos nuestro entorno
El uso de la tierra por parte de la humanidad representa un 23% del total de emisiones de gases de tipo invernadero, explicó el Dr. Radulovich Ramírez, mientras que por regiones América Latina y el Caribe producen menos del 8% de las emisiones mundiales y Costa Rica específicamente apenas un 0.02%.
Por su parte Estados Unidos es responsable de al menos un 25% de este tipo de gases, la Unión Europea del 16% y China del 15%.
La meteoróloga M.Sc. Irina Katchan, coordinadora del Observatorio Climático del Centro Nacional de Alta Tecnología (CENAT) manifestó que “son muchos los factores que realmente influyen sabemos que la presencia de gases de efecto invernadero desencadenan el aumento de la temperatura con lo que se derriten los glaciares y se reduce el hielo en los polos, lo que incremente el nivel del mar poniendo en peligro al sector costero, también aumentan los fenómenos meteorológicos que producen desastres naturales. Pienso que todos los sectores de la sociedad humana son vulnerables y es muy importante comprender que todo este fenómeno se da en un contexto de variabilidad climática en el que aparecen El Niño o La Niña y sus efectos sobre el recurso hídrico o la producción de energía”.
A pesar de tener un panorama poco halagüeño, las acciones positivas a favor del planeta inician en el plano individual, entendiendo el problema y planificando nuestras actividades, siendo menos pasivos y trabajando en la adaptación a los cambios.
“Existen dos principales líneas para lidiar con el cambio climático, la primera es la mitigación, que es minimizar al máximo posible la emisión de gases al ambiente, y la segunda es la adaptación, o sea, disminuir nuestra vulnerabilidad y aumentar la resiliencia o capacidad de recuperarnos ante los efectos del cambio climático. En el plano individual podemos disminuir el uso de vehículos y apagar las luces que no ocupemos, en lo colectivo estamos evolucionando hacia el uso de energías alternativas. Tenemos que estar preparados para que los efectos no nos hagan mucho daño”, indicó el Dr. Radulovich Ramírez.
Una de las proyecciones que se hicieron durante este taller sobre cambio climático es que para los próximos dos años tendremos más lluvias intensas y aparecerán un número mayor de ciclones tropicales, por lo que no está de más mantenerse al tanto de lo que informan las y los especialistas.