Lenin Corrales es biólogo y lidera el Laboratorio de Modelación Ambiental del Programa de Cambio Climático y Cuencas Hidrográficas del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie).

El reciente informe de la Plataforma de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (Ipbes) menciona y advierte sobre la pérdida de biodiversidad y la velocidad con que está sucediendo a nivel global. Costa Rica parece no escapar a los datos revelados por el informe si revisamos algunos datos históricos recientes que advierten sobre la pérdida de biodiversidad en todos los tipos de ecosistemas que se presentan en el país. Los datos son alarmantes a nivel marino, en los bosques, entre aves y en especies terrestres.

En el contexto marino se conoce que el recurso de sardina ha mostrado una disminución progresiva desde 1975 a la actualidad y que, a partir del año 2007, los niveles de captura de camarón en la flota semi-industrial han tenido una fuerte caída, con tasas de decrecimiento anual de 15,4%. Así, la caída acumulada en el periodo 2007-2013 fue de un 45%. También se reporta que dos especies de tiburón, el martillo (Sphyrna lewini) y el sedoso (Carcharhinus Falciformis), han experimentado una reducción de ~ 90% y 80%, respectivamente en sus poblaciones. Estos datos evidencian que el país ha venido paulatinamente perdiendo biodiversidad y que al menos en este caso obedece a sobrexplotación pesquera.

En el ámbito forestal el informe sobre el Estado de los Recursos Genéticos Forestales en Costa Rica publicado en 2012 señaló que el 87% de las 688 especies forestales evaluadas  tenían algún grado de amenaza, de las cuales el 29% se encontraban en estado crítico, 14% amenazado, y 43% vulnerables.

En 2015 el Inventario Nacional Forestal publicó que en Costa Rica existen aproximadamente 2.078 especies arbóreas, lo que correspondería a un 20% del total de la flora arbórea mundial. Se documentaron en varios estratos, incluyendo 98 especies en el bosque de palmas, 893 en el bosque maduro, 904 en el bosque secundario, 166 en los pastos con árboles y 17 especies en manglares.

El inventario encontró 11 de las 18 especies de árboles catalogadas como en peligro de extinción. Entre las halladas, 7 están consideradas en el decreto ejecutivo 25700 como especies en veda. Estas especies fueron detectadas principalmente en el estrato Bosque Secundario, con un 59% del total de la frecuencia. Las especies en peligro de extinción se distribuyen principalmente en la región Pacífico Norte y Valle, seguido por la región Pacífico Central y Pacífico Sur, mientras que en la región Caribe Central y Caribe Sur prácticamente no se encontraron especies en esta categoría.

De las 18 especies consideradas en peligro de extinción y vedadas, incluidas en el decreto mencionado anteriormente, siete no fueron encontradas en el inventario lo que en alguna medida advierte el crítico estado de ellas, pudiendo pensarse incluso en que algunas de estas podrían estar ya casi extintas en Costa Rica. Las especies en esta condición son: Caryodaphnopsis burgeri, Cedrela fissilis, Copaifera camibar, Cordia gerascanthus, Couratari scottmorii, Guaiacum sanctum, Myroxylon balsamum, Paramachaerium gruberi, Parkia pendula, Podocarpus guatemalensis y Sclerolobium costarricense.

En relación a los humedales, el último inventario nacional reveló que solamente un 58% de la extensión de los humedales del país se encuentran en buen estado de conservación, considerándose que  el restante 42% se presentan como humedales alterados, debido a que se encuentran bajo la influencia de algún proceso antrópico que perjudica su condición natural.

Un estudio de largo plazo donde se mide la abundancia y diversidad de poblaciones de aves en la zona sur publicado en 2019 señala que un 60,5% de las poblaciones están declinando. En general, la proporción de especies en declive en áreas de bosque fue de 1,7 para residentes y de 1,2 para las poblaciones de migrantes de larga distancia. Sesenta y dos por ciento de disminución fueron principalmente insectívoros, 25% frugívoros, 12% granívoros y 1% nectarívoros. A nivel de plantaciones de café la disminución fue de 1,8 para residentes y de 0,75 para especies migratorias. 49% de las especies presentan valores decrecientes en insectívoros, 18% frugívoros, 17% nectarívoros, 13% granívoros y 3% piscívoros.

En 2017 el Sistema Nacional de Áreas de Conservación actualizó el listado de las especies catalogadas como en peligro de extinción y con poblaciones reducidas y amenazadas (R-SINAC-CONAC-092-2017) y  estableció que 108 especies de fauna y 40 especies de flora están en peligro de extinción y 152 especies de fauna tienen poblaciones reducidas y amenazadas, a las cuales se les agregan  corales y 7 familias completas de flora.

El país sigue sin tener resultados de los sistemas de monitoreo de la biodiversidad a nivel nacional que ha diseñado, lo que dificulta conocer con certeza cuál es el estado de las poblaciones silvestres, ya que seguimos anclados en una visión de país verde si saber que pasa realmente con la biodiversidad. El país necesita mejorar la capacidad de conservación basada en datos científicos para aumentar las posibilidades de supervivencia para miles de especies en declive.

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