Desde que empezamos a notar cambios en nuestra atmósfera, los seres humanos enviamos al espacio satélites que observan a cientos de kilómetros de distancia cómo el clima va cambiando poco a poco en nuestro planeta. Solamente la NASA tiene 18 misiones en órbita monitoreando diferente indicadores climatológicos y, en poco tiempo, Costa Rica no será ajeno a este tipo de tecnologías.

Cada vez está más cerca la puesta en marcha del primer satélite costarricense, que será desplegado en órbita en 2018 para medir el aporte que hacen los bosques ticos en la lucha contra el cambio climático.

(Créditos: ACAE)

La Asociación Centroamericana de Aeronáutica y del Espacio (ACAE) explicó que el proyecto terminó en julio la revisión del diseño crítico, para el cual los visitó un experto del laboratorio de interacción de ambientes espaciales del Instituto Tecnológico de Kyushu en Japón.

Además, el equipo canceló en junio la primera parte de los gastos correspondientes al servicio de lanzamiento de la Estación Espacial Japonesa. El segundo pago se realizará en el 2017.

En su fase inicial, el satélite brindará información sobre el crecimiento de árboles y la fijación de carbono en la zona de los Chiles.

Sin embargo, Carlos Alvarado, presidente de ACAE, indicó que más adelante el satélite podría utilizarse para medir otras variables como el crecimiento en los niveles del mar y medir el crecimiento forestal en otras zonas del territorio nacional.


El proyecto está compuesto por tres partes: el satélite, una estación en Los Chiles donde se recogerán los datos y una estación en el TEC, la cual será el centro de operaciones donde se recibirá y analizará la información.

Ahora, ¿por qué monitorear el cambio climático desde el espacio?

Hasta el día de hoy, los científicos e investigadores del TEC hacen giras a las plantaciones para ir monitoreando el crecimiento de los árboles. Sin embargo, estas giras se pueden realizar una vez al mes o, en el mejor de los casos, cada quince días.

Con el Proyecto Irazú, los sensores permanecen en la zona, lo que le permitirá a los investigadores realizar hasta tres mediciones al día sin necesidad de desplazarse al sitio.

Además, las herramientas desarrolladas por el TEC son tan precisas que pueden medir el crecimiento de los árboles a nivel submilimétrico, lo que les permitirá entender factores que hasta ahora no han podido, como por ejemplo, las variaciones entre la época lluviosa y seca.

Esto resulta crucial porque los bosques costarricenses son el elemento que más peso tiene dentro de la estrategia para reducir los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono.

Mediante el proceso de fotosíntesis, los árboles capturan dióxido de carbono y utilizan luz para crecer. A su vez, liberan oxígeno en la atmósfera.

Una mejor medición de qué tan rápido crecen estos árboles en la zona norte del país servirán para afinar las cálculos de qué tanta contaminación pueden captar.

Por el tamaño del satélite, se espera que la misión tenga una duración de seis meses y que la etapa de recolección y análisis de datos se pueda extender un poco más.

Luis Diego Monge, vocero técnico de la junta directiva de ACAE, confirmó que la fecha de lanzamiento está programada para el 2018.

“Ya estamos en agenda en la Estación Espacial Japonesa. Estamos programando tener el ensamble en el primer semestre del 2017 y las pruebas que se van a hacer en el Instituto Tecnológico en Japón para el segundo semestre del 2017”, dijo Monge.

Esta iniciativa además busca contribuir a la meta nacional de carbono neutralidad para el 2021, al brindar datos de cómo los bosques costarricenses fijan el dióxido de carbono y cómo se deberían administrar los recursos agroforestales en el país.

“Como país, estamos haciendo una demostración de capacidad de desarrollar nuestra propia tecnología y medir los temas de captación de carbono en nuestros bosques. Estamos desarrollando a la vez capacidades en el sector espacial y queremos demostrarle al mundo que como país tenemos capacidad de desarrollar industria tecnológica”, concluyó Monge.

El satélite se enmarca dentro de otras propuestas para monitorear el cambio climático a nivel mundial, como el proyecto DEVELOP de la NASA, el cual forma parte del departamento de Ciencias Aplicadas de esta agencia estadounidense.

"Hemos hecho misiones aquí en Costa Rica para entender cómo el país, que es uno de los líderes en ser carbono neutral, puede ayudar a extender eso globalmente”, declaró Sandra Cauffman en la inauguración del campamento aeroespacial de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Consultada por Ojo al Clima, la científica explicó que todavía no hay nada firme, pero que sí existe un deseo de seguir con proyectos como DEVELOP, con el cual la NASA pretende preparar a las organizaciones asociadas al proyecto para hacerle frente a los desafíos que enfrenta la sociedad actual y que enfrentarán las futuras generaciones en cuanto a las consecuencias que el cambio climático tendrá en sus comunidades.

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