El paso del huracán Helene causó la muerte a 110 personas y un tendal de destrucción en el sureste de Estados Unidos, mientras que las inundaciones en Nepal dejaron unos 209 muertos y otros seis en Irán. Francia, por su parte, registró su setiembre más lluvioso en 25 años, con casi un 60% más de lluvia que el promedio.

Bolivia decretó “desastre nacional” por los incendios forestales sin precedentes que afectan sobre todo a Santa Cruz. En medio de una sequía extrema ligada al cambio climático, Brasil sufre los efectos de una multiplicación de fuegos de norte a sur. Las nubes de humo cubren buena parte del territorio. Asimismo, el fuego sigue abrasando a Colombia, Ecuador y Argentina. 

El ritmo de calentamiento de los océanos casi se duplicó desde 2005 y más de una quinta parte de la superficie oceánica mundial sufrió una fuerte ola de calor en 2023, según el observatorio europeo Copernicus.

Estos son los titulares noticiosos del último lunes de setiembre de 2024, aunque pareciesen el preámbulo de una película distópica. Y para evitar un futuro más cruel que el presente, los mandatarios de 193 países adoptaron la semana pasada el Pacto para el Futuro en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas.

“Los desafíos del siglo XXI deben ser resueltos con soluciones del siglo XXI”, dijo el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, tras la adopción del texto que contiene 56 acciones para hacer frente a los “mayores desafíos de nuestra época”.

Dichos desafíos van desde la paz y el derecho internacional, la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la arquitectura financiera mundial hasta asuntos más innovadores como la inteligencia artificial. Y, por supuesto, también el cambio climático.

El Pacto para el Futuro se define a sí mismo como “una caja de herramientas para reparar el mundo” que, según Guterres, presenta “nuevas posibilidades y oportunidades”.

El texto, aprobado por consenso aunque no es vinculante, contó con la oposición de Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Bielorrusia. Además del Pacto para el Futuro, se aprobaron dos documentos anexos: el Pacto Digital Global y la Declaración sobre las Generaciones Futuras.

Para el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, el Pacto es una clara hoja de ruta. “Sabemos qué debemos hacer ahora, solo se necesita movilizar los medios de implementación”, dijo.

Incendios forestales en el Pantanal brasileño. (Foto: Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables - IBAMA).

El presente

Los efectos del cambio climático y las actuales condiciones meteorológicas están revirtiendo los avances conseguidos en materia de desarrollo, además de poner en jaque el bienestar de las personas y el planeta, destacó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un nuevo informe.

El año 2023 fue el más cálido del que se tiene registro, propiciando con ello incendios forestales y olas de calor. Esta tendencia se mantuvo durante el primer semestre de 2024.

Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) aumentaron 1,2% entre 2021 y 2022 hasta alcanzar los 57.400 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente. Los promedios mundiales de las concentraciones en superficie de CO2, metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) también batieron récords.

Para limitar el calentamiento a menos de 2 °C respecto a los niveles preindustriales, las emisiones mundiales de GEI deben reducirse en un 28% para 2030. Para no sobrepasar 1,5 °C, que es un límite más seguro que 2°C, esa reducción deberá ser de 42%.

Sin embargo, con las políticas y compromisos actuales, la probabilidad de que el calentamiento alcance los 3°C es del 66%. Si ya los impactos proyectados con 2°C son graves, la integridad de los ecosistemas y modos de vida de las personas se verán muy afectados a 3°C.

“Algunas personas piensan que podríamos marcharnos y establecernos en Marte”, le dijo Maria Marshall, joven embajadora de Unicef, a AFP. “Pero, el dinero no lo es todo” y “solo tenemos un planeta Tierra que debemos proteger”, continuó.

Marshall tiene 15 años, es originaria de Barbados y produce cortometrajes para sensibilizar sobre las amenazas que se ciernen sobre el medioambiente. La adolescente es testigo del impacto del cambio climático en su país, que está “empezando a hundirse”, y donde las playas literalmente desaparecieron tras el paso del huracán Beryl en julio.

Mientras algunos de sus compañeros de escuela se burlan gentilmente de ella por “querer salvar el mundo”, Marshall continúa subiendo videos a sus redes sociales para enseñarle a la gente a reciclar ropa, por ejemplo.

“Podemos ayudar a combatir el calentamiento global si todos trabajamos juntos”, comentó.

Impulsados por su deseo de cambio, jóvenes activistas -como Maria Marshall de Barbados- se esfuerzan por hablar en nombre de los jóvenes antes de la reunión diplomática anual de la ONU en Nueva York. (Foto: Diane DESOBEAU / AFP)

El futuro

“Tenemos que adoptar, sin demora, medidas urgentes y ambiciosas para fomentar el desarrollo sostenible, la acción climática y la reducción de los riesgos de desastre. Las decisiones que tomemos hoy podrían marcar la diferencia entre un futuro colapso o un avance hacia un mundo mejor”, declaró la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.

En este sentido, el Pacto para el Futuro retoma los compromisos adquiridos en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP28, en cuanto a la triplicación de la capacidad de energía renovable al 2030, neutralidad de carbono al 2050 y una transición progresiva a abandonar los combustibles fósiles.

Eso se logró a pesar de los países petroleros que querían eliminar las referencias a los combustibles fósiles del texto. “Hubo una presión feroz por parte de los países productores de combustibles fósiles para esta supresión”, mencionó Alden Meyer, del think-tank E3G, a AFP.

“Los petroestados intentaron hacer descarrilar el Pacto para el Futuro, pero abandonar los combustibles fósiles y triplicar las energías renovables siguen en pie y es la nueva norma que tan desesperadamente necesitamos. Mientras los países se preparan para desvelar sus objetivos de emisiones, los líderes mundiales tienen una tarea que cumplir: alcanzar objetivos climáticos alineados con el 1,5°C”, dijo Andreas Sieber, directivo de la organización 350.org, en un comunicado.

Esto significa romper con la dependencia de los combustibles fósiles, y los países ricos deben apoyar a los que ya están sufriendo los efectos más duros del cambio climático. Azerbaiyán y Brasil, como futuros anfitriones de la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima, deben demostrarnos su ambición y liderazgo. El mundo está preparado para ver el audaz proyecto que el Pacto para el Futuro pretende presentar. Estamos observando y esperamos compromisos audaces y acciones aún más audaces”, continuó.

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